Mis lugares en el mundo...

Esas personas a las que quieres. Esas personas que forman parte de tu vida por lejos que estén. Esas personas que compartieron y vivieron uno de los Mejores Lugares en el Mundo contigo. Esas personas que aunque no las veas a menudo las sientes a diario. Esas personas que las ves después de meses y parece que sólo hace un rato que no las veas. Esas personas que quieres seguir teniendo en tu vida. Esas personas con las que ríes, lloras, hablas, escuchas y compartes silencios. Esas personas que te hacen crecer. Esas personas que son familia. Esas personas que te hacen sacar lo mejor de ti. Esas personas que conociste hace 15 años. Esas personas con las que tomarte un chai en el mejor recipiente del mundo.  Esas personas tienen un nombre: Bondhus.

Si tengo que escoger una noche del año no tendría dudas. ... La noche con más magia ... La noche de la ilusión ... La noche de la emoción ... La noche de las miradas ... La noche de los sueños ... La noche de revivir muchos recuerdos ... La noche de generar recuerdos ... La noche de volver a ser niña ... La noche de quedarme embobada viendo las caras de los demás ... La noche de continuar con las tradiciones La noche de Reyes, y en especial la Cabalgata de Reyes, uno de mis lugares en el mundo más especiales.  Cada año que pasa lo sigo viviendo con intensidad, con emoción y disfrutando viendo como las ciudades se vuelcan en hacer soñar a los peques de casa (aunque realmente también los adultos disfrutemos tanto como ellos). Sin duda merece la pena esperar todo un año!

Esta semana me ha tocado vivir uno de M is lugares en el mundo desde otro ángulo. Vivir mi profesión y pasión, la enfermería, desde la otra orilla. Desde la persona que no se encuentra bien. Desde la que necesita que la cuiden. Como usuaria de un Servicio de  Urgencias de un Hospital Público en la oscuridad de la noche. Desde el tener que esperar unas horas en una camilla, en un pasillo, con mucha fiebre y dolor. Obviamente había ido en ocasiones a alguna consulta médica, a realizarme alguna prueba diagnóstica, a realizarme alguna extracción sanguínea o incluso había pasado un par de días ingresada cuando nació mi hija. Pero todas esas experiencias previas las recuerdo como momentos en los que había salud y pese a las circunstancias te encuentras bien y sabes que es algo puntual. Esta semana la sensación fue totalmente diferente. Encontrarse realmente mal, con ganas de llorar de lo débil que te encuentras, con ganas que hagan lo que sea para que vuelvas a ser tú, con pocas