Creando

Este último año, tras regresar a Barcelona, he empezando a hacer algo diferente. Nunca hubiera dicho que me gustaría, que disfrutaría tanto y que me daría tantas satisfacciones. Todavía estoy en el nivel 1, si así puede llamarse y lo más importante es que no tengo prisa por avanzar al siguiente. Lo que ya me aporta, me distrae, y puedo hacer hoy por hoy es suficiente.

Todo empezó este invierno porque mi hermana también se había aficionado y me contagió el gusanillo. Gracias Pepa! Además es un hobby relativamente barato, que lo puedes hacer allá donde estés y que te ayuda a desconectar a todos los niveles. Creo que han sido 3 bufandas, un buff, unos guantes y ahora estoy en mi primer jersey!!!! todo muy sencillo por ahora, pero con la satisfacción de que hayan sido mis manos capaces de lograrlo.

Muchas horas durante las noches, una vez la peque ya dormía, me he sentado en mi sofá, agujas en mano, música o tele de fondo y venga, punto al derecho, al revés, durante horas. Ha sido una terapia estupenda que me ha permitido conocer un lugar en el mundo inesperado, el de la satisfacción de crear, el de volver a hacer cosas manualmente.

Os comparto la última creación (Agosto-Septiembre 2011):






y aquí va el nuevo proyecto que espero empezar este fin de semana:


Ifil











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  ¿Sabéis esa sensación de salir del mar, cuando está agitado, llenita de arena y algas, con el pelo más que revuelto, el bañador descolocado y tu agotada …? (pero contenta) y después de saltar olas y revolcarte una y otra vez debajo de ellas y tragar agua…? Pues es la imagen que me viene a la cabeza si pienso en este primer año como docente en Ciclos Formativos. He salido a flote, he llegado a la orilla, llenita de arena y agotada, pero contenta. He sufrido, he saltado muchas olas, me he hundido otras muchas, en algún momento he podido flotar para recuperar la energía y ha vuelto a empezar el ciclo. Cuando parecía que venía la calma, aparecía otra gran ola y la bandera roja. En otro momento ondeaba la bandera de las medusas y había que esquivarlas porque picaban. Y finalmente se ha visto la bandera verde y ha vuelto la calma. Y mi pelo está llenito de arena. Voy a necesitar una buena ducha (o más de una) para ir sacando de todos los rincones del cuerpo la arena, las algas. Y va a toca
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