Ahora que...
Hay un momento en que las piezas encajan. Notas ese clic acompañado de una tranquilidad interior impagable.
En el que las cosas van saliendo, todo se va acomodando. Van tomando sentido los sinsentidos vividos.
Te notas con más fuerza, con más ganas de emprender, de dar, de abrir puertas y ventanas y dejar que entre el aire fresco y te alborote todo.
De la misma manera que estas preparada para las críticas, para reconocer errores y en lo posible enmendarlos, para pedir perdón. También para soltar lastre y decir adiós.
Empiezas a mirar hacia atrás, no con tristeza o nostalgia si no, para darte cuenta que empiezas a recoger frutos. A empezar a entender que lo que tus mayores te decían que la edad es un grado es totalmente cierto.
Empiezas a mirar al futuro pensando en todo lo qué quieres hacer y a llenar listas de cosas a hacer próximamente y seguir cumpliendo sueños.
Empiezas a mirar al presente y a disfrutar el día a día.
Como canta mi querido Sabina:
... Ahora Que los sentidos sienten sin miedos
... Ahora que me despido pero me quedo
... Ahora que estoy mas vivo de lo que estoy
... Ahora que no te pido lo que me das
... Ahora que no me mido con los demás
Te haces más consciente, con todo lo que eso conlleva. Todo se disfruta más. Todo duele más.Ya no discutes vehementemente por tus ideales o creencias, pero están más vivos y definidos que nunca. Marcan tus pasos, tu día a día.
Tras búsquedas encuentras. O más bien reencuentras. Aparece ese termino tan increíble como es la Reconciliación. Te perdonas. Y lo más importante de todo te quieres.
Todo esto es lo que me viene a la mente si hago balance del último año. Año de cambios laborales, personales, familiares. Año de nuevos retos. De mucho aprendizaje. De mucho discernimiento. De salud delicada y a la vez mucha energía y fuerza.
Un lugar en el mundo para dar gracias y seguir caminando. Preparada para nuevos retos y sin olvidar el origen y el por qué. Para seguir disfrutando cada salida del sol.
Comentarios
Publicar un comentario