La felicidad es esto


Este verano he tenido un momento (o momentazo) de auténtica felicidad. No es el único, sin duda, pero si refleja lo bonito de lo sencillo, de lo improvisado, de lo compartido y de lo que no se puede pagar con nada. Sólo con una inmensa sonrisa y con el recuerdo de esa imagen en el corazón para siempre.

Una tarde de domingo jugando a cartas, al continental, 2 adultos y 3 niños y 3 perros merodeando. Complicidad, risas, bromas, miradas...

Lo de menos el resultado de la partida. Momentos en los que quieres que el tiempo se detenga y seguir jugando eternamente. En el que no quieres perder detalle de todo lo que alrededor va sucediendo y sobre todo en ti misma.

Sin duda un Aquí y Ahora para recordar y revivir las veces que sea necesario.

También fue un día para...

Un día para conocer un lugar en el mundo geográficamente nuevo.
Un día para vivir muchos lugares en el mundo emocionales.
Un día para conversar de todo y de nada.
Un día para relajarme y destensar los hombros y permitirme mi espacio, individual y compartido.
Un día para durante el trayecto en  coche tener una conversación de tú a tú con Jimena que marcan un punto de inflexión.
Un día para compartir.
Un día para ver cocinar una paella y querer perderle el miedo en breve.
Un día para disfrutar siendo Ms Proper.
Un día para aprender a hacer leche de avellanas.
Un día para comprobar que de los pimientos del padrón, unos pican y otros no.
Un día para reírte dándote cuenta que a los perros también les encantan las buenas ensaimadas.
Un día para aprender la diferencia entre emoji y emoticono.
Un día para tener una de las conversaciones más bonitas del verano con una niña de 11 años. Un auténtico momento perla.
Un día para entender el termino de acoger. De sentirte acogida.
Un día para sonreír mucho.
Un día para ir descalza (en muchos aspectos).
Un día para sumar.

... y además con un artista dibujante que ha dejado testimonio gráfico del momento.



Gracias Familia ;)


Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Calma tras la tormenta

Jugando a lo mismo que hace muchos años

Todo lo que cabe en una mochila