De placeres cotidianos (IV) Llorar con las películas

Soy de lágrima fácil, muy fácil. Sobre todo en momentos de impotencia, de cansancio, de rabia. Obviamente en momentos de tristeza, tanto mía como de alguien cercano suelo terminar llorando. Pero también lloro (a veces mucho) viendo una película.

Me encantan esos momentos en los que puedo tener la tranquilidad para llorar delante de la pantalla y reconozco que para esto prefiero estar sola. Disfrutar ese momento en el que estás metida de lleno en la escena, dejarte llevar y no poder parar de llorar. En el cine también me ha pasado en alguna ocasión pero no es lo mismo, te acabas conteniendo y no puedes "disfrutar" de ese momento.

Recuerdo algunas películas con las que he llorado y mucho, películas como Campeon, Mi vida sin mi, Tal como eramos, Love Story, El jardinero fiel, y muchas otras que no recuerdo su nombre (como la que vi hace unos días por la tele a media tarde) y que me han hecho pasar momentos muy intensos y en los que se mezcla la tristeza por la historia narrada y el placer de vivir ese momento al máximo y llorar.

Mi vida sin mi

No hay nada como poder sentir  y dar rienda suelta a ese sentimiento.



Comentarios

  1. lo comparto, lo único que me disgusta es que la película termine ........ Bs. G

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