Durante 1 año mi lugar en el mundo estuvo en Honduras, entre la capital, Tegus (Tegucigalpa) y una pequeña localidad a una hora en autobús llamada Valle de Ángeles. En concreto en una casa de acogida para personas (hombres, mujeres, niños, niñas) convivientes con el VIH /SIDA. Yo pasaba la mitad de la semana allí, viviendo con ellos, como enfermera, cuidadora, compañera, sobre todo estando. Muchas historias, vivencias sucedieron esos meses, desde el nacimiento de una bebé, hasta el acompañamiento en el proceso de muerte de varios de ellos/as. Ha sido sin duda una etapa en mi vida que me marcó enormemente, uno de mis lugares en el mundo, que me hizo crecer, rebelarme ante muchas cosas, me hizo también aprender a perdonar, época de muchas lágrimas, de miedo, pero también de esperanza. Pese a las dificultades de esos meses el balance es más que positivo y sobre todo de un aprendizaje enorme. Allí conocí a alguien muy especial. Una niña de 5 años, Mercedes, quien me enseñó muchísi...