Los primeros veranos

A raíz de los que os comentaba el otro día sobre las bicicletas me puse a revivir los veranos de la infancia. Ejercicio muy interesante y sorprendente, ya que aparecen imagenes, sensaciones, recuerdos que pensabas olvidados o simplemente en los que no te detienes muy a menudo.

Los primeros recuerdos son de Baiona, en Galicia. Veranos con trayectos eternos en el coche, los 5 desde Barcelona. De esto hace unos 30 años (ufffffff) por lo que ni los coches, ni las carreteras tienen nada que ver con las actuales. Viajes escuchando, entre otros, a Mocedades, los boletines horarios de radio nacional de España y algún que otro partido de fútbol. Siempre había alguna pelea entre los tres hermanos y el consiguiente “o dejáis de pelearos o paro el coche….” También recuerdo (ahora con cariño) el siempre: “Andrea no chinches, deja a tu hermano tranquilo…”

Veranos fresquitos, entre primos, de juegos y baños en la playa de la Barbeira. Baños que hoy por hoy, 30 años después, soy incapaz de repetir porque el agua me parece helada.

Playa de la Barbeira. Bai

Recuerdo jugar “al clavo” en la arena (actualmente es impensable que un/a niño/a compre un clavo de hierro en la ferretería y juegue con él…), de jugar a las tabas, de ir a las Islas Cies en barco con los chalecos naranjas puestos. Por supuesto de ir en bicicleta en casa de mis tios. De comer pipas, muchas pipas y además de la marca Facundo…

También, por supuesto, de las tardes en la plaza de la Palma y los helados del paseo de Elduayen….Y de las pastas y almendrados que preparan las monjas de clausura, que ibamos a buscar con la abuela, y nos sorprendía el ritual del torno (aún hoy en día me sigue llamando mucho la atención).

Recuerdo perfectamente a mi abuela, morenísima, con sus bañadores enteros, su pañuelo en la cabeza y caminando muy dispuesta hacia la playa con su silla y su sombrilla. Y como olvidarme del cuarto de los armarios en su casa donde habia varias cajas con collares y pendientes y yo poniéndomelos todos una y otra vez (¿y aún me pregunto a quién habrá salido de presumida mi hija...?).

Baiona

De golpe los recuerdos salen solos, los nombres, imágenes….

Los veranos infantiles son especiales, estés dónde estés, aunque no te muevas de casa. Me ha encantado recordar estos primeros veranos, tan lejanos en el tiempo pero sorprendentmente tan cercanos en recuerdos e imagenes. 

Gracias!