De placeres cotidianos (I): Café con leche y periódico
Pese a que no lo hago tan a menudo como me gustaría, hay un lugar en mundo que intento no dejar de disfrutar cada vez que puedo: un desayuno sin prisas ojeando el periódico.
Mi desayuno ideal es aquel en el que, independientemente de la hora que sea, hay tiempo para preparar un café con leche (en cafetera de toda la vida), pan con aceite y tomate, un zumo de naranja (bien frío) y sentarme rodeada por el periódico y los mil suplementos que trae el domingo, con la radio de fondo y no tener prisa por terminar. Normalmente soy de las que le doy un primer vistazo rápido al periódico y mentalmente voy anotando los artículos y reportajes en los que más tarde me detendré, ya con el segundo café ....
Las mañanas entre semana son tan rápidas y tan cronometradas que aunque me levanto con bastante tiempo para poder desayunar sin agobios, siempre lo hago mirando el reloj y repasando rápidamente todo lo que me toca hacer antes de salir de casa (terminar de preparar la mochila de la peque, su bocata de media mañana, preparar mi taper para la oficina, recoger la ropa de alguna lavadora tendida, recoger las camas y varias cosas más). Así que entre semana queda descartada la opción de desayuno sin prisas y periódico (bueno el suplemento del domingo me da para varios dias y a veces hago el intento de leerme algun artículo..) .
Mi desayuno ideal es aquel en el que, independientemente de la hora que sea, hay tiempo para preparar un café con leche (en cafetera de toda la vida), pan con aceite y tomate, un zumo de naranja (bien frío) y sentarme rodeada por el periódico y los mil suplementos que trae el domingo, con la radio de fondo y no tener prisa por terminar. Normalmente soy de las que le doy un primer vistazo rápido al periódico y mentalmente voy anotando los artículos y reportajes en los que más tarde me detendré, ya con el segundo café ....
Esta opción implica haber ido al quiosco previamente, así que como no todos los domingos me levanto con la misma energía, a veces recurro a las nuevas tecnologías y lo ojeo por internet. Pero no es lo mismo!!! a mi lo que me gustan son los suplementos dominicales.
Otra opción, que también me encanta y que de vez en cuando me la permito y disfruto, es bajarme a la plaza de debajo de casa, comprar el diario y sentarme en la terraza de la panadería a desayunar. Este domingo pasado de hecho fue así y pese a los cambios introducidos fue un gran placer! (8:30 de la mañana -y ya llevabamos una horita levantadas- y mi hija sentada enfrente ocupando 3/4 partes de la mesa con su cuento de Rapunzel y sus colores y yo luchando con el periódico sobre las piernas....).
Está claro que hay que adpatarse a las circunstancias y no dejar de disfrutar de los placeres cotidianos. Todo es posible con imaginación y buen humor!
lo comparto ! para mí no hay como un desayuno tranquilo y sin prisas......., y comparto también salir a desayunar de vez en cuando tiene su encanto también ... sobretodo cuando empieza la primavera como ahora !!. Ahora que vivo aquí, amo tener tiempo, por la mañana, para tomarme tranquilamente unos mates sin prisas, cosa que sólo me sucede el fin de semana !........ Bs. G
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